Mantenimiento preventivo: el paso más olvidado (y más crítico) en la seguridad electrónica

En auditorías de seguridad empresarial encuentro con frecuencia el mismo patrón: sistemas modernos, con equipos costosos, pero sin mantenimiento. Cámaras desalineadas, sensores descalibrados, grabadores sin respaldo o alarmas que dejaron de reportar hace semanas sin que nadie lo note. La falsa sensación de seguridad es más peligrosa que la ausencia de un sistema.

De acuerdo con la Asociación Latinoamericana de Seguridad (ALAS, 2025), el 60 % de las fallas en sistemas de seguridad electrónica se debe a falta de mantenimiento preventivo. Y esas fallas ocurren, casi siempre, cuando más se necesita que el sistema funcione.

El mantenimiento no debería ser correctivo, si no preventivo

El error común es pensar que el mantenimiento debe hacerse solo cuando algo falla. En seguridad electrónica, eso es un riesgo grave: los equipos se degradan con el tiempo, el polvo afecta sensores, las variaciones de voltaje dañan fuentes, y los servidores se saturan si no se gestionan correctamente. Un sistema de seguridad es tan confiable como su última revisión.

El mantenimiento preventivo incluye inspección visual, limpieza de cámaras, revisión de voltaje, verificación de respaldo de energía, actualización de firmware y pruebas de grabación. También implica validar la comunicación con el centro de monitoreo y comprobar que los eventos realmente generan alertas.

Empresas que implementan programas trimestrales de mantenimiento reportan hasta 40 % menos incidentes técnicos y mayor vida útil del sistema. Un ajuste a tiempo evitó pérdidas de evidencia o fallas en alarmas críticas.

El valor estratégico del mantenimiento

El mantenimiento no solo evita fallos: preserva la integridad del sistema y protege la inversión. Cada componente revisado es una oportunidad para prevenir un punto ciego o una falla de comunicación.Además, una infraestructura confiable mejora la percepción de seguridad del personal y garantiza continuidad operativa incluso en condiciones adversas.

En un entorno donde la seguridad es un factor de competitividad, mantener el sistema operativo no es opcional: es una obligación técnica. Las empresas que entienden esto no ven el mantenimiento como un gasto, sino como parte del ciclo de protección.

Si tu sistema lleva meses sin revisión, ya estás corriendo un riesgo invisible.Consulta con especialistas certificados y asegura que tu infraestructura de seguridad funcione cuando más lo necesites.